lunes, 31 de agosto de 2009

VITICO MORÉ: UN AMIGO DEL PUEBLO

A Víctor Moré Farrés (29 de marzo 1940), lo conocen casi todos en Quemado de Güines y sus territorios aledaños. Y es que este gigantón de 69 años de edad, 220 libras de peso y 6 pies una pulgada de estatura, además de haber sido un buen trabajador, recorrió toda la provincia de Villa Clara como jugador de béisbol, primero y después, como árbitro.Su padre, Víctor Moré Limendú, ganadero en la cabecera municipal y estibador en el central Panchito Gómez Toro, medía 6 pies y 6 pulgadas y su madre, Gloria María Farrés Fernández, ama de casa, también era de elevada estatura.

Entre los momentos agradables de su vida se hallan el 8 de marzo de 1984, cuando contrajo matrimonio con Milagros Estrada Ruiz, Cuca, con quien ha compartido los momentos felices y los sinsabores durante los últimos 25 años. Moré se jubiló en el año 2000; pero sigue como siempre, sonriente, con calma, “pues la vida sigue y uno es el que se va”.

EL BÉISBOL EN MI

Yo jugaba pelota desde mi niñez, siempre en los jardines. Desde muchacho fui buen fildeador; pero, no era bateador. Lo que sí tenía mucha fuerza; pero no era bateador, definitivamente. Comencé a jugar desde los diez años aproximadamente; después formé parte de equipos de mayores en el municipio de Placetas, donde integré la novena de mayores. Siempre me percaté que no producía a la ofensiva como otros en el conjunto. El béisbol me gustaba tanto que me mantuve jugando, hasta que regresé para Quemado de Güines, mi tierra natal. Aquí intenté reincorporarse al juego pero me convencí que no era el pelotero que quería ser. Fue entonces que con el amigo Rolando Rivero Vila-Mosca Prieta- hicimos una novena y comencé a dirigir pues siempre me gustó saber de la pelota por dentro, sus reglas, sus técnicas, todo. Se conformaron entonces, allá por 1961, 16 equipos de segunda Categoría. En esa época Ignacio Arredondo, Macho Tumbacoco, era el Director de Deportes, el primero en La Tierra del Guajirigallo después de 1959. El territorio se dividió en dos zonas. El elenco de nosotros se llamaba Las Estrellas Negras de Quemado de Güines. Teníamos varios peloteros que después jugaron Primera Categoría como Alejo O´Reilly y Ventura O´Reilly y entre los lanzadores, Andrés Gómez, que nos dio muchos triunfos. Nosotros fuimos los campeones en el municipio y en la final regional discutimos con una selección del poblado de Sitiecito, perteneciente en la actualidad al territorio de Sagua la Grande, y perdimos frente a ellos después de haber derrotado a Sagua, Rancho Veloz, Corralillo, Encrucijada … Ya en el año 1966 dirigí el equipo quemadense de Primera Categoría, y logramos el campeonato en la Región.

¡EL ARBITRAJE!

Mientras dirigía en la Primera Categoría, tuve mis discrepancias con otros directores de entonces y decidí volver a mis pininos como jugador, con un equipo de menor renombre, el de Lázaro García, para los quemadenses Lázaro El Burro. Íbamos todos los sábados y domingos para el campo y jugábamos con sistematicidad, y un buen día del año 1977, en el poblado de Jumagua, perteneciente a Sagua la Grande, me encontré con Ignacio Mildestein, conocido por El Nene Guayabo, un árbitro sagüero que había jugado cuando yo dirigía y estando yo como corredor en la inicial, se desarrolló una conversación que cambió mi vinculación con el béisbol:

MILDESTEIN: “Oye, Moré, tú no das pelotero”

MORÉ: “Yo se que no doy pelotero, pero me gusta mucho este deporte”

MILDESTEIN: “Hombre, métete a ampalla”

MORÉ: “Me gusta ser ampalla; pero en Quemado de Güines no hay árbitros con quienes aprender”

MILDESTEIN: “Yo te voy a avisar para que vayas a un curso conmigo”

MORÉ: “Espero de Usted ese aviso”

Y así sucedió. Finalicé un curso en Santa Clara con buenos resultados y comencé a trabajar como árbitro en Primera Categoría.

POCOS PROBLEMAS EN EL TERRENO …

El árbitro de calidad tiene pocos problemas. Tiene que saber tratar a los atletas porque todos, incluidos los directores de los equipos, son diferentes, tienes que haberlos estudiado uno por uno pues el árbitro es como un juez que investiga a quien le va a hacer un juicio. El ampalla siempre le está celebrando un juicio a cada pelotero y tiene que trabajar con calidad para evitar los problemas. Uno puede equivocarse, como es lógico; pero, claro, cuanto menos te equivocas, más respeto te vas ganando y yo tuve la suerte de ganarme ese respeto, con mi desempeño en cada partido.

RECUERDOS ...

El público muchas veces no conoce el trabajo del árbitro, en la mayoría de los casos son tus propios compañeros quienes te dicen como lo hiciste. También hay peloteros que saben de pelota y cuando finaliza el choque, se te acercan y te felicitan. Esa es la mayor satisfacción.

Recuerdo una vez en que trabajé como principal y lanzaba el derecho Aniceto Montes de Oca, pitcher del municipio de Camajuaní, quien perdiera tremendo partido frente a Corralillo y me dijo:”Óigame, ¡Que clase de trabajo usted hizo. Yo perdí; pero usted ganó!” Y eso me hizo el hombre más feliz del mundo en ese momento.

AUN …

Fíjate si a mi me gusta la pelota y el arbitraje en particular, que incluso estando retirado de esos menesteres, todavía voy al estadio y valoro para mi, claro, el movimiento de los árbitros en el terreno, las posibilidades de los jugadores …y eso me hace sentir bien. Y es que en la pelota, muchos dicen ser sabios; pero, en realidad, nadie sabe nada, siempre se dan situaciones nuevas y hay que saberlas enfrentar: Esa es la escuela.

Yo voy al terreno a ver el equipo de aquí. A veces no es de los mejores, pero voy y lo veo, converso con los peloteros, con árbitros, siempre con respeto para todos: JAMÁS LE HE GRITADO A NADIE EN UN TERRENO DE PELOTA, NI CUANDO JUGABA, NI CUANDO DIRIGÍA, NI AHORA QUE LOS VEO DEDE LAS GRADAS.

Yo atiendo a todo el mundo. A los muchachos les hablo más. Converso de cualquier tema beisbolero. Hay quienes piensan que siempre tienen la razón, sabiendo uno que están equivocados; pero, bueno, esos son sus criterios y se los respeto. Trato de no contradecirlos, solo les digo lo que pienso. Eso sí, nunca me ha gustado que me hablen mal de los peloteros.

ESPERO ... Vivir hasta que Dios quiera y que me de fuerzas para ir al terreno a ver la pelota, poder hablar con los amigos en la calle como lo hago todos los días en mi querido Quemado de Güines. Me gusta que me vean como lo que yo fui, soy y seré: UN AMIGO DEL PUEBLO.

Colaboradores: Lizandra Franco Méndez, Fermín Castellón Fleites, Juan Miguel Colás Ortiz


lunes, 10 de agosto de 2009

JUAN "EL ZURDO"

Quizás para escribir del quemadense Juan Bautista Álvarez Gálvez, Juan “El Zurdo”, habría que publicar varios libros porque este hombre que estuvo 98 años en este mundo, está lleno de anécdotas, tanto en el béisbol como en su vida personal y familiar.

JUAN, a los 98 años, con su nieto Rafael Ricardo y su bisnieto Dayron Rafael.

Muchos trabajos han sido dados a conocer en diferentes medios de prensa del país acerca de este humorista nato, pero, sin dudas, el que más lo hizo fue su coterráneo y GRAN AMIGO, el periodista y escritor Enrique Núñez Rodríguez.

En este artículo que aparece en la Revista Carteles, de 1955, Enrique se refiere a su amigo de la siguiente forma:

Juan “El Zurdo” era la figura más popular de mi pueblo cuando yo tenía 9 años y repartía CARTELES por la calles de Quemado de Güines. Magnífico lanzador y recio bateador, sus curvas eran el azote de los peloteros de los pueblos cercanos. Su “curva abajo”, según los conocedores del deporte, era algo extraordinario. Y aún hay quien afirma por allá por mi tierra-Quemado- que hubiera sido tan bueno como Conrado Marrero-lanzador-si se decide a dar el salto al profesionalismo. Pero Juan “El Zurdo” llamado por el team “Hershey”, para reportar a sus filas no quiso abandonar su terruño y el apego a su hogar, a su esposa, … y as sus hijos.

Y en uno de sus libros: YO VENDÍ MI BICICLETA, en el artículo titulado Las Raíces, el autor repone una conversación con Juan.

-¿Te acuerdas de la vez en que Santos Molina ampayó un juego contra Sagua? Santos tenía una nube en un ojo y usaba espejuelos oscuros para amparar. Cantaba lo que le parecía. Ampayaba de oídas.

Una vez yo tenía a un hombre en primera, dos outs y era el noveno inning... La situación era muy difícil porque le tocaba el turno al mejor bateador de Sagua. Santos, que ampayaba detrás del pitcher, no como ahora que el ampaya se sitúa en home, me susurró al oido:

-déjamelo a mi.

Le pasé una bola alta, y el bateador de Sagua la dejó pasar. Santos cantó

-Estrai uan.

Hubo la consabida protesta. Pero sin consecuencias. Me encajoné. Lancé la segunda bola, alta y afuera. El sagüero ni movió el bate. Santos gritó:

Estría tú.

Hasta yo mismo le dije bajito que no apretara tanto.

Me dispuse a lanzar de nuevo, pero noté que el corredor de primera estaba robando (adelantando) mucho y, sin encajonar todavía, me viré para tratar de sorprenderlo. Tiré a primera. Y se escuchó la voz de Santos:

-Estrai trí. ¡Ponchao!

Y ganamos el juego. Entre otras cosas porque Santos ampayaba con un revólver 45 a la cintura, debajo de la guayabera. Y Juan El Zurdo, nuestro más recio lanzador, que no quiso ir a las grandes ligas para no dejar su pueblo, se ríe de su propia anécdota con una sonrisa que parece decir:

-Yo no tuve la culpa. Eran las cosas de Santos Molina.

En una de sus crónicas dominicales en el períodico Juventd Rebelde, de circulación nacional, el 25 de febrero de 1996, titulada Pelota y Salsa, Enrique Núñez menciona a Juan “El Zurdo” de esta manera:

Recuerdo un juego en mi pueblo. Juan, El Zurdo, nuestro lanzador estrella, se descontroló momentáneamente. El equipo de Sagua tenía tres hombres en bases, sin outs, y le tocaba el turno de batear a sus más recios toleteros. Alguien del público se dirigió a Macho, el catcher de nuestro equipo, en medio del silencio precursor de los grandes desastres:

-Macho, dale ánimo a Juan.

Macho se quitó la gorra. Se despojó de la careta. Se zafó el peto. Todo en forma ceremoniosa. Callada. Se volvió hacia el que había gritado y, enronquecido, rojo de ira, le contestó:

-Y quién coño me da ánimo a mi.

En el periódico VANGUARDIA, de Villa Clara, del 21 de junio 2003, el periodista NARCIZO FERNÁNDEZ RAMÍREZ, publicó el reportaje El deporte en la tierra del guajirigallo, donde también se habla de Juan “El Zurdo”:

-Como cada pueblo, Quemado de Güines posee sus símbolos. El Guajirigallo es uno de ellos … También Quemado tiene a Juan “El Zurdo”, leyenda viviente de la pelota y el folclor pueblerino …

Las ocurrencias de El Zurdo Juan:

“Pepe Díaz catcheaba y yo picheaba. El me pedía y yo le señalaba con un dedo hacia sus entrepiernas. Me volvía a pedir, y de nuevo le repetía el misamo gesto con el índice de mi mano de lanzar. Encabronado, me dijo:-¡ Chico, coño, qué bola es esa! –Ninguna-, le dije, es que se te rompieron los pantalones” …

Hilvana una anécdota tras otra, ayudado por dos de sus hijos.

… O de su amigo Caquito, que alcanzó la eterna fama cuando fildeó un buen batazo en los jardines con las bnases llenas y un out, para luego permitir que los tres corredores entraran en pisa y corre, mientras El Zurdo Juan se desgañitaba gritando – Tira, Caquito, tira. Y él, ceremonioso, se quitaba la gorra y saludaba a todos, creído de que había salvado el juego y que su compañero lo alababa con sonoros: -Viva Caquito, viva.

… Cuando Conrado Marrero comenzaba y era solamente un guajirito de Laberinto, localidad cercana a Sagua la Grande, venía a jugar a Quemado. Por entonces, Juan Bautista Álvarez Gálvez, El Zurdo, ya podía considerarse un experimentado lanzador. “Le di varios consejos, y me lo agradeció mucho, sí señor”.

JUAN LANZA LA PRIMERA BOLA EN JUEGO DE VETERANOS QUEMADO-SANTA CLARA, EN QUEMADO

JUAN, INOLVIDABLE JUAN.

Juan Bautista Álvarez Gálvez (24 de junio 1909-27 septiembre 2007) vivió 98 años.

Muy joven aún, huérfano de padre y madre a los 14 años de edad, fue chofer de alquiler de Quemado al central San Isidro (hoy Panchito Gómez Toro), mediante la utilización de un automóvil propiedad de “Chacho” García.

Ya a los 16 años conoce a Rafael Mariota Pérez, Secretario de los dueños del ingenio. Le propuso a Juan ir a trabajar como “office boy”, a lo que éste se negó. Después comenzó a laborar allí como mensajero y, al mismo tiempo, le cuidaba la casa al dueño.

A Enrique Núñez Rodríguez lo conoció desde bien pequeño. Cuando ambos eran muy jóvenes, Enrique más que Juan, éste lo montaba en el caballo que utilizaba para sus funciones de mensajero, y lo llevaba a pasear a San Isidro, su centro de trabajo por 50 años.

Juan “El Zurdo” se casó en 1934 con Amada Rosa Ruiz Gálvez, con quien tuvo cinco hijos: Juan Álvarez Ruiz, Mediana, Carlos Joaquín, (ya fallecido), Rafael y Rolando. Amada fue su única esposa durante 57 años, hasta que el destino le arrancó el amor de la mujer que más quiso y que para muchos, fue la causante de que no abandonara su tierra natal. Estaba ciento por ciento enamorado de ella.

A Juan “El Zurdo” lo recuerdo como si fuera ahora. Él vivía cerca de la Terminal de Ómnibus. Yo, por razones de trabajo, todos los días viajo hacia Sagua la Grande. En esa área, mientras tantas personas esperábamos por el ómnibus o algún otro vehículo hacia La Villa del Undoso, era muy común estar atentos al paso de Juan, encorvado por el peso de la experiencia, con su jabita para los mandados y la imaginación dando rienda sueltas a su humorismo, porque siempre, siempre tenía un chiste a flor de labios, a su manera piropeaba a las mujeres, no importaba la edad, con mucho doble sentido, pero sin JAMÁS ofender a ninguna.

Él mismo gozaba con lo que decía y las carcajadas eran mayores cuando hablaba de las CINCO MARAVILLAS de Quemado de Güines: La flor de Cao, La muñeca de Mayía, La belleza del negro Tello, El clavel de Tareca y La bella de los Galindo.

Así recuerdo a Juan: por lo quemadense, por lo alegre, por lo sociable, por lo respetuoso, por lo bueno en la pelota y porque, como parte de este pueblo, escucho con el cariño que lo mencionan cuando se habla de béisbol y de humoristas naturales.

¡Ante USTED, Juan “El Zurdo”, tengo también la mano extendida y la sonrisa para saludarle cada día que aún lo veo caminando por las calles de su querido Quemado de Güines!

CON EL EQUIPO "COMERCIO", EN 1948. CUARTO DE PIE DE DERECHA A IZQUIERDA


CON VÍCTOR MESA (Izquierda), DIRECTOR DEL EQUIPO VILLA CLARA, LOURDES GOURRIEL (derecha), DIRECTOR DE SANCTI SPÍRITUS Y EDELIO TORRES PESTANA, SECRETARIO DEL PARTIDO EN QUEMADO, EN JUEGO DE LA SERIE NACIONAL

CON ALEJO O´REILLY, EN JUEGO DE VETERANOS

CON SU HIJA MADIANA, EN JUEGO DE VETERANOS

RECONOCIMIENTO DE LA SECTORIAL DE DEPEORTES

Colaboración especial:

Mediana Álvarez, hija de Juan.

Juan Álvarez, hijo de Juan.

Rafael Ricardo Álvarez, nieto de Juan.

lunes, 3 de agosto de 2009

PIONERO QUEMADENSE PREMIADO

El quemadense JESÚS DANIEL NEGRÍN MARTÍNEZ mereció uno de los Premios del Onceno Concurso Internacional de Plástica Infantil “Alimentación Escolar”, patrocinado por el Programa mundial de Alimentos, PMA.

PREMIO DEL PMA 2009
Su creación fue escogida entre 120 realizaciones recibidas en la sede del PMA, de las Naciones Unidas en La Habana, provenientes de 24 países.
El pionero Jesús Daniel Negrín Martínez estudia en la escuela primaria José Martí, de la Tierra del Guajirigallo y es miembro del Taller de Artes Plásticas Wifredo Lam, de la Casa de Cultura Luis Jorge León, de este municipio villaclareño, donde es atendido por la instructora Mileidys Pérez.

INTEGRANTES TALLER DE PLÁSTICA WIFREDO LAM, CON LA INSTRUCTORA MILEIDYS PÉREZ
Este pionero quemadense ha alcanzado múltiples Premios municipales, provinciales y nacionales.

EVENTO NACIONAL TRAZAGUAS

JESÚS, A LA DERECHA, JUNTO A SU PADRE Y SU HERMANO

JESUS DANIEL NEGRÍN MARTÍNEZ
reside en la Calzada 13 de Marzo, número 68-d, en Quemado de Güines, tiene 12 años de edad, cursa el sexrto grado y está vinculado con la pintura hace 24 meses.