Martí afirmaba que gobernar es el arte de prever, palabras asumidas
por este hijo de Quemado de Güines en cada una de sus acciones en
beneficio de sus coterráneos. Para Carlos Ruiz Cepero nada resulta más importante
que recorrer la mayor cantidad posible de lugares durante su larga
jornada de trabajo, para «tocar con la mano» los problemas y de conjunto
con la gente encontrarles solución o marcar el camino hacia ella. Con
40 años cumplidos y padre ejemplar de tres hijos, este profesor
devenido primer secretario del Partido en el municipio siente una enorme
admiración por su pueblo, al que califica de laborioso y humilde,
dispuesto siempre al sacrificio en aras de hacer sobresalir al terruño,
cuna de hombres ilustres como Enrique Núñez Rodríguez y el comandante
Víctor Bordón Machado. También patria chica de Juan el Zurdo
—una de las personas más ocurrentes de la tierra del Guajirigallo—,
cuyas anécdotas beisboleras conocen al dedillo los más viejos del
poblado. Ganar la sede del acto provincial por el 26 de Julio en el
2011 fue todo un éxito para los quemadenses, quienes así reeditaban la
alegría del 2008. Volver a obtenerla en este 2012 puede calificarse de
hazaña. «Impresionante», según la palabra utilizada por Ruiz
Cepero, pues ratificó la estabilidad del municipio y su disposición no
solo a mantenerse en la vanguardia, sino a encabezarla. Un mérito
realzado al ser conseguido por segundo año consecutivo en la provincia
que más veces estuvo en esa privilegiada posición mientras duró la
fraternal emulación nacional. «La noticia fue muy bien recibida.
Llegó primero por Patria y después la leímos en Vanguardia. Muchos
quizás la esperaban, pero incluso para esos resultó impactante». Nunca
satisfecho, pero sí contento por la bien ganada sede del acto
provincial por el 26, el dirigente político reconoce el trabajo de los
agroazucareros, quienes aseguraron una buena zafra con el «Panchito
Gómez Toro», su coloso insigne, y superaron lo planificado en más de 3
mil toneladas de azúcar: «El programa cañero avanza y logramos
rendimientos de 44 toneladas de azúcar por hectárea, superiores a las 41
alcanzadas en la contienda anterior». También Carlitos destaca
la entrega de la gente que cada día pone las fértiles tierras
quemadenses a producir alimentos; sobre todo en aquellos rubros que
sustituyen importaciones, como el maíz y los frijoles: «Resulta el
sector en el que más debemos hacer, por nuestras características de
municipio agrícola». En el recuento del aporte colectivo a la
sede del acto provincial por el 26 no falta la contribución de sectores
sociales clave como Educación, Salud y Servicios Comunales: «Hemos
alcanzado buenos indica¬dores que elevan la calidad de vida. A ello se
suma el programa de ahorro energético, pues cumplimos los indicadores de
consumo planificados». Para este hombre delgado, poco dado al
protagonismo, quien le roba horas al sueño para dedicarle el tiempo
necesario a la familia, queda mucho por hacer y muchos sueños y
aspiraciones por cumplir. «En el sector cañero-azucarero tenemos
que incrementar la siembra, incumplida en la primavera a causa, sobre
todo, de las lluvias. Creemos que para el 15 de septiembre quedará
saldado el compromiso de las 500 hectáreas pendientes. Además, debemos
mejorar el rendimiento industrial y poco a poco ir reduciendo las áreas
vacías e improductivas. «Nos queda también continuar elevando la
calidad de los servicios. En ese sentido, el sector de la gastronomía
necesita avanzar más y que el poblado disponga de una pista recreativa
para los más jóvenes, algo que nos demorará un tiempo, pues requiere
recursos. «También preocupa mucho el transporte, sobre todo
hacia Santa Clara, Sagua la Grande y Rancho Veloz, unido al interno
hacia los asentamientos rurales. En lo personal, ahí veo la principal
insatisfacción». Entre las aspiraciones por materializar en el
laborioso territorio norteño de Villa Clara están la disminución de los
precios de los productos agrícolas y el incremento de la oferta y la
calidad de los alimentos para la población. Cercano ya el
aniversario 59 de los sucesos del 26 de julio de 1953, los quemadenses
mejoraron para el verano la zona playera de Carahatas y continúan
buscando alternativas para un mejor empleo del tiempo libre. Para
el exprofesor de Física-Electrónica —graduado de la Universidad de
Ciencias Pedagógicas Félix Varela en 1995, director de la secundaria
básica José Taurino Galindo y por años dirigente político—, nada tiene
mayor importancia que advertir los problemas y adelantarse a ellos para
que no lo sorprendan. Como Martí, este quemadense humilde por
dentro y por fuera, de inteligencia natural, cultivada por los estudios,
piensa que en prever está el arte de salvar, y hace suya esa frase del
Apóstol repetida tantas veces por Fidel, de que toda la gloria del mundo
cabe en un grano de maíz. Quemado de Güines vuelve a ganar la
merecida sede del 26 en Villa Clara, y cuando realice su acto por la
efeméride moncadista tendrá el orgullo de haberla obtenido por el
esfuerzo de sus hijos y la satisfacción de celebrarla junto a todo un
pueblo de gente laboriosa y entusiasta.
Este trabajo fue tomado del períodicio Vanguardia.