Con orgullo muestra el diploma que lo acredita como Hijo Distinguido de este territorio, otorgado el 26 de diciembre de 2008 y qué mejor lugar para exhibirlo que en el estadio Mártires de Quemado, considerado su segunda casa por la intensa labor como entrenador de béisbol, fundamentalmente con los pequeños, que aquí lleva a cabo.
Pero, para merecer esta alta distinción, el camino ha sido duro, a base de mucho esfuerzo y entrega.
Si retrocedemos un poco en el tiempo, vale señalar que Mestre Flores participó en la conocida lucha contra los bandidos que pretendían desestabilizar a la naciente revolución cubana, en 1961 y ya en 1962, se incorporó a trabajar con Augusto, su padre, en la panadería La Flor de Güines, perteneciente a su progenitor, pues tenía que contribuir para el sustento de la familia integrada por otros 7 hermanos.
Desde entonces comienza su vinculación directa con el Deporte al dedicarse al boxeo, carrera en la que ganó más de 80 combates y perdió solamente 3, en la división de los 48 kilogramos. Como resultado de su labor de formación de boxeadores, laborando voluntariamente en el movimiento deportivo, puede mencionarse a Carlos Baldomero (65 kilos) y Carlos Estrada (48), ambos con buenos resultados en competencias provinciales y nacionales.
Corría el año 1965 y su pasión por el béisbol le hicieron dedicarse a la formación de los jóvenes talentos y se relacionaba directamente con este deporte, también de manera voluntaria y comienza a trabajar con las categorías escolares, hasta que en 1973, se gradúa en la escuela Provincial de Profesores de Educación Física Manuel “Piti” Fajardo, de la capital de Villa Clara y pasa a engrosar las filas de los miembros del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación, INDER.
Vendría con posterioridad una importante etapa de su vida cuando a partir del 2005, permaneció por dos años en la República Bolivariana de Venezuela para brindar su cooperación como entrenador en el estado de Aragua en Boxeo, Béisbol, Educación Física para abuelitos, Ajedrez y Bolas Criollas 11-12 años, especialidad ésta en la que alcanzó excelentes resultados, incluido el tercer lugar en los Juegos Estandares.
Del territorio venezolano “El Globo Mestre”, como se le conoce entre sus amistades por sus lanzamientos lentos como lanzador cuando lo hacía en la segunda categoría, Fermín trajo imborrables recuerdos que ahora los guarda en su corazón y mediante múltiples diplomas de reconocimiento.
Este criollo no puede ocultar su alegría cuando recuerda que en el 2002 fue Vanguardia Nacional entre los trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte y con regocijo afirma que seguirá aportando su experiencia a las nuevas generaciones hasta que sus fuerzas se lo permitan porque lleva el deporte en las venas y dice sentirse … como un joven de 15 años.