El Concurso Nacional de Crónicas Enrique Núñez Rodríguez-que
se realiza en Quemado de Güines-es un esfuerzo para que se multiplique el
ejercicio de ese género periodístico, afirmó Abel Prieto Jiménez, ministro de
Cultura, tras presidir el acto de premiación de la segunda edición del
certamen, en el año 2007. Abel recordó la gran
tradición de esa modalidad en Cuba, que se fue perdiendo y a la cual el quemadense Núñez
Rodríguez contribuyó con su obra a rescatar, en aquella memorable columna que
escribía en el periódico Juventud Rebelde.
Tras la decisión del Jurado, en el 2007, el Ministro de
Cultura entregó el Premio del Concurso a Nicasio Vázquez González, del
municipio villaclareño de Corralillo, por su crónica "Macho
Tumbacoco".
Hoy, aunque con algún tiempo en los archivos, la pongo a su
consideración, con la anuencia del realizador y del propio Ignacio Arredondo,
por ser "Macho Tumbacoco" una de las personas más conocidas en La
Tierra del Guajirigallo.
PRIMER PREMIO
II CONCURSO NACIONAL DE CRÓNICA “ENRIQUE NÚÑEZ
RODRÍGUEZ”2007
“MACHO TUMBACOCO”
Autor: Nicasio Vázquez González, Corralillo, Villa Clara
Vicente llevaba muchos años trabajando en el Banco. Había
transitado por las sucursales de varios pueblos villaclareños hasta que le fue
encomendada la dirección de una importante oficina bancaria en la Ciudad de la
Habana. Acababa de cumplir 40 años. Siempre buscaba lugar para darle atención,
además del trabajo, a la familia, la literatura y el béisbol. Una tarde, casi a punto de cerrar el banco habanero, se
presentó un ahorrista joven, de buena presencia, a extraer el dinero que le
quedaba en su cuenta, que por cierto no era mucho. En el bolsillo de su camisa
un telegrama procedente de Quemado de Güines, le anunciaba un grave problema
familiar y debía viajar de inmediato a ese pueblo donde –según expresó- residía
toda su familia. El banco daba facilidades para poder extraer y depositar
efectivo en cualquier sucursal del país, bajo ciertos requisitos. Llenó su modelo de extracción y se presentó con la libreta y
el carné de identidad en la ventanilla, pero una simple revisión realizada por
el cajero, detecta que la foto estaba despegada, lo que le impedía llevar a
cabo la operación. Explicó la gravedad del caso al cliente, pero la decisión
final vino a parar al despacho de Vicente, el único que podía autorizar el pago
en tales circunstancias.El director escuchó pacientemente al ahorrista; tomó el
carné y la libreta del banco quemadense en sus manos y le reiteró las
directivas bancarias al respecto, dándole toda la razón al cajero que había
rechazado el pago. No obstante, al dirigente bancario le dolía no poder acceder
a la solicitud teniendo en cuenta el telegrama mostrado; lo pensó varias veces,
el saldo de la cuenta no era realmente grande como para no poder asumir una
eventualidad. De pronto se le ocurrió hacerle algunas preguntas al reclamante:
-¿Qué día naciste? -¿Cómo se llaman tus padres? -¿Cuál es tu
dirección?
Vicente se sorprendió con las respuestas rápidas y
acertadas, pero casualmente él también era villaclareño y había laborado
algunos años en Quemado, donde por lógica conocía todos sus detalles, algo que
ignoraba su cliente. Seguidamente continuó haciéndole otras preguntas de
rutina, disimuladamente:
-Así que tú vives en Quemado.
– sí.
-¿Dónde queda el cine?
-…cerca del parque. Era cierto
-¿…Y el estadio?
-…en las afueras del pueblo. Cierto también
No parecía un impostor. Recordó el viejo estadio, los
peloteros del patio, sus ídolos locales, no pudo evitar que sus pensamientos se
llenaran de nostalgia. Pero comprendía que las preguntas eran demasiado
sencillas, casi tontas, cualquiera se aprende los datos de un carné, los cines
casi siempre están cerca del parque y los estadios en las afueras del pueblo.
En esos momentos entró “Chuchi”, su secretaria; en sus manos
el periódico Juventud Rebelde de ese día, donde resalta el titular de una
crónica de Eddy Martin, acerca del enorme jonrón conectado por Omar Linares la
noche anterior en el “Capitán San Luis”, solo comparable al que dio Muñoz en el
“5 de Septiembre” de Cienfuegos años atrás. La situación se hizo menos tensa y
el joven ahorrista quiso comentar sobre otro jonrón conectado por Lázaro Junco,
donde la bola pasó sobre el techo del “Victoria de Girón” de Matanzas. Vicente
miró al joven con más simpatía. Se veía que estaba al tanto de la pelota. De
pronto, le dijo en un impulso:
-Pues mira, yo discrepo de ti y hasta del propio Eddy
Martin. Yo considero que en Cuba nadie ha dado un batazo más largo que el de
“Macho Tumbacoco”…
El joven lo miró extrañado como pensando -¿de dónde sacó el
director a ese personaje?. Se sonrió y le preguntó si estaba bromeando…¿quién
era ese “Macho Tumbacoco” del que él no había escuchado hablar nunca.
Vicente lo miró fijamente y pidió disculpas para ausentarse
unos minutos. Al regresar preguntó de qué estaban hablando. -¡Ah, si, de la
pelota!. Fueron largos los minutos, hasta que tocaron a la puerta: –¡adelante!-
Dos agentes de la PNR uniformados irrumpieron en el
despacho. El joven quedó pálido, retrocediendo hasta la pared, nervioso y
excitado. Era inútil cualquier resistencia. Se dejó esposar y salió cabizbajo,
escoltado por los policías. Había cometido un fallo en su plan aunque no
lograba saber cual.
En el juicio oral el joven confesó que había comprado la
libreta y el carné a una auxiliar de limpieza de un hotel capitalino, le había
cambiado la foto original por la suya y quiso aprovechar la oportunidad de
hacerse de unos pesos a través de la fallida estafa al banco.
La secretaria, que aun no salía de su asombro, le preguntó
después a Vicente, cómo había detectado que era un fraude, si ella no encontró
nada anormal en la conversación sobre los peloteros:
-Mira Chuchi, “Macho Tumbacoco”, cuyo verdadero nombre es
Ignacio Arredondo, es más conocido en Quemado de Güines que Linares, Muñoz y
Junco. Imagínate que ese sobrenombre se lo pusieron cuando “Macho” tumbó un
coco de agua, de una mata que había detrás del jardín central, con uno de sus
descomunales jonrones. El que no lo conozca, no puede ser de Quemado de Güines
y ese fue el error que lo delató.
Quince días después, Vicente recibió una carta desde
Quemado, suscrita por el propietario de la libreta y el carné perdido, donde le
daba las gracias por su devolución y por haber evitado que perdiese sus
ahorros.
Vicente le contestó que no era a él a quien debía darle las
gracias, sino a “Macho Tumbacoco” , aunque al agradecido ahorrista siempre le
quedó la duda sobre qué relación tendría aquel pelotero con su libreta y su carné
de identidad.
Fin de la crónica.
Así reflejó el acontecimiento el periódico Juventud Rebelde,
del 21 de Noviembre de 2007.
AYER, HOY Y SIEMPRE QUEMADENSE.
El quemadense IGNACIO ARREDONDO LOMBERA, Macho Tumbacoco,
nació el 4 de mayo de 1934. Casado con María O´Reilly Portilla, tiene 7 hijos: 4 hembras y 3 varones.
Entre sus mejores recuerdos no puede olvidar su
participación en la lucha contra los enemigos de la naciente revolución cubana
en la zona montañosa del Escambray. Tampoco puede olvidar que fue el primer
Director de Deportes de Quemado de Güines, después del triunfo revolucionario.
Pero, sin dudas, cuando a Macho Tumbacoco se le habla de
béisbol, hay que hacer un aparte mayor, pues grandes momentos de su vida
estuvieron vinculados al pasatiempo nacional cubano. Con solamente 13 años de
edad integró como jardinero el equipo Campechanos, de Quemado de Güines, la
Tierra del Guajirigallo y mientras se mantuvo activo no dejó de participar en
los torneos provinciales defendiendo a su querido suelo.
En el béisbol, uno de los momentos más felices fue en los
60´s cuando, jugando con el Seccional de Mataguá – él se encontraba en El
Escambray - decidió el partido frente a Cumanayagua. El choque marchaba CERO a
CERO en la décima entrada y, en conteo de un strike sin bolas, enderezó una
curva del lanzador Froilán Maya que fue más allá de los límites del estado 26
de Julio, de Santa Clara, por el jardín izquierdo, con tres corredores en
circulación (su coterráneo Félix Bolaños, Reynol Gómez y Orlando Castillo) y
así quedó el desafío: 4 por CERO, lo que le dio el derecho a los ganadores de
tomar parte en la final provincial. El estelarísimo Gaspar Legón sería entonces
el pitcher más feliz del mundo con esa victoria. Ignacio Arredondo Lombera, uno de los quemadenses más
conocidos entre los aficionados al béisbol en toda la región central del país
por la dimensión de sus batazos y la potencia de su brazo, jugó con otros
estelares de la pelota cubana: Silvio Montejo, Edgar Domínguez, Isidro Pérez,
José Ramón Sastre, Juan Pérez Pérez, Luis Vara, Rodoberto Pan, Aniceto Montes de
Oca, Osvaldo Oliva, Rigoberto Rodríguez – El Chopi – y Lázaro Santana, entre
otros. A Macho Tumbacoco se le puede encontrar por doquier, en la
Casa de los Combatientes de la Revolución Cubana, en su hogar con la familia
donde según él, los nietos son los que mandan, buscando el pan y la leche o
simplemente en una esquina hablando de pelota, contando historias, poniéndose
bravo a veces cuando Miguel Serrano, un magnífico expelotero de la Tierra del
Guajirigallo, le contradice las anécdotas que el propio Macho cuenta … Lo cierto es que, como dice el corralillense Narciso Vicente
Vázquez González en su crónica, ”Macho Tumbacoco” es casi más conocido en este
municipio que los mismísimos Omar Linares, Antonio Muñoz y Lázaro Junco y sus
enormes batazos y los potentes tiros serán difíciles de olvidar no solo en la
Tierra del Guajirigallo, si no en todos los parques donde jugó.
IGNACIO ARREDONDO CUANDO ESTABA EN EL ESCAMBRAY
MACHO TUMBACOCO SOSTIENE EL BATE CON SU MANO IZQUIERDA
EL PERIÓDICO ESCAMBRAY SE HIZO ECO DEL TRIUNFO EN LA ZONAL
PROVINCIAL
GASPAR LEGÓN, PITCHER GANADOR DEL CHOQUE DE REFERENCIA
SOBRE EL AUTOR
NOMBRE Y APELLIDOS :
NICASIO VICENTE VÁZQUEZ GONZÁLEZ
PROFESION:
Economista Jubilado
ACTIVISMO CULTURAL:
Escritor del género narrativa, cronista e historiador,
Atiende el Frente de Cultura de la Asociación Canaria.
TALLER LITERARIO:
“ESPERANZA RUIZ”
NICASIO VICENTE VÁZQUEZ GONZÁLEZ, Economista de profesión,
miembro activo de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba y
de la Asociación Canaria de Cuba “Leonor Pérez Cabrera”, Historiador Municipal,
nació en Corralillo, provincia de Villa Clara el 5 de Abril de 1944. Trabajador
de la esfera económica durante más de 46 años en los sectores Bancario, Turismo
y de los Seguros Nacionales, fue fundador del Movimiento de Corresponsales
Voluntarios de los Órganos de Prensa y Radio en Villa Clara, donde se desempeñó
durante más de 18 años. Ha obtenido más de 25 premios periodísticos y
literarios provinciales y nacionales a partir de 1978, siendo los más
significativos el PRIMER PREMIO obtenido en el género COMENTARIO en el Concurso
XI Festival-1978; el PREMIO del Concurso de Testimonios auspiciado por el Banco
Central de Cuba en 1999 en memoria del Ché; Mención en el Coloquio Casa Canaria
Habana’2000, PREMIO NACIONAL en el género Crónica Periodística del Concurso
Anual de la CTC “Rubén Martínez Villena”, Primera Mención en el 2006 y PRIMER
PREMIO 2007 en el Concurso Nacional de Crónicas “Enrique Núñez Rodríguez”,
TERCER PREMIO del Concurso Nacional Cederista “Camilo, Imagen del Pueblo”
Camagüey’2008 y Mención en el IV Forum Nacional “Ayer y Hoy” en el Deporte
Revolucionario, Caibarién’2008. PRIMER PREMIO en el Concurso de Testimonios por
el XXV Aniversario de la creación del Banco Popular de Ahorros BPA. Su género
principal es la Crónica, además de incursionar en Cuento, Testimonio, Ensayo y
décima, como miembro del Taller “Esperanza Ruiz” de su municipio.