sábado, 21 de noviembre de 2009

EDUCADOR: HONOR A QUIEN HONOR MERECE

Quemado de Güines-también conocido por La Tierra del Guajirigallo- debe sentirse orgullo de tener entre sus asentamientos a uno llamado Arroyo de los Mudos. EL QUEMADENSE quiere hacerse eco de otro encuentro hisdtórico en esa zona.

Una vez más en el Arroyo, tuvo lugar otro encuentro con la historia, esta vez para reconocer a maestros en activo o jubilados del área, sobre todo los vinculados directamente con la escuela de la zona, llamada en la actualidad Francisco Vicente Aguilera. Por cierto, el centro que en sus inicios era de madera y guano, tiene más de 70 años y, como es lógico, su aspecto y las condiciones para el estudio han cambiado; es de mampostería y sus maestros y alumnos cuentan, como los de todo el país, con televisor y video para las clases.

Encabezaron la actividad que se integran a la jornada de homenaje a los trabajadores del sector educacional, de izquierda a derecha, Carlos Ruiz Cepero y Jorge Luis Rodríguez Panizo, miembros del Buró Municipal del Partido Comunista de Cuba en Quemado, Emilio Méndez, Secretario General de la Central de Trabajadores de Cuba, en La Tierra del Guajirigallo y Olga Lidia Juvier, de la Asamblea Municipal del Poder Popular.

El círculo social del área se convirtió de nuevo en excelente anfitrión, donde el Licenciado Mario Morales, coordinador principal de la actividad, explicó a los presentes la importancia de reconocer a quienes dedicaron o dedican sus mejores esfuerzos para contribuir a la formación de distintas generaciones de arroyomudenses, del territorio quemadense o de otras regiones cubanas e, incluso, pueblos hermanos.


Especial significado tuvo el reconocimiento para IGNACIO RIVERO MANRIQUE, con 37 años de su vida dedicados al magisterio. “Para mi, ser educador es lo mejor que me ha sucedido en la vida; uno se encuentra a muchas personas en la calle que te dicen: mira, ese fue mi maestro de Matemáticas, entre otras frases y eso reconforta a cualquiera. Desde niño vivo aquí, donde también aprendí mis primeras letras; después que me hice maestro, en este lugar estaba la primera escuela donde trabajé y en 1961, cuando la campaña de alfabetización desarrollada en toda Cuba, los primeros alumnos los tuve aquí, en el Arroyo de los Mudos. Esta cita con la historia de la Educación ha sido una magnífica idea porque reconoce la labor de muchos años. Cuando veo la escuelita me recuerda la niñez, aquellos tiempos en que la visitaba a diario para recibir las clases y después, como maestro. He saludado a personas que hacía más de 20 años no las veía, ha sido una gran satisfacción compartir con ellos.

EDUARDO MARTÍNEZ ESCOBAR, actualmente trabajador de la empresa azucarera Quintín Banderas, tiene gratos recuerdos de su natal Arroyo de los Mudos. “Nací aquí y me crié aquí, aunque en estos momentos no resido en la zona. Me he encontrado con una cantidad de personas y familiares que hacía tiempo no nos veíamos. Este encuentro ha sido muy bueno para todos porque nos da alegría y energía para seguir adelante y siento gran orgullo por ser nativo de este lugar que cuenta con destacados arroyomudenses en diferentes esferas de la vida”.

Para el “charro” ARMANDO BONET NODARSE Esta es una idea muy buena. “Me he quedado asombrado con la forma en que todos agradecen el encuentro. Tengo muchos recuerdos de cuando estudiaba en la escuelita del Arroyo, con muy buenas maestras con las que aprendí muchísimo. La escuela era de madera; ahora es de mampostería. La diferencia entre aquella época y ahora es grande. La música mejicana casi la llevo en la sangre. Estuve 28 años en La Habana donde trabajé primero, con el Mariachi Oriente y después, en una revista musical, hasta que me trasladé para acá”.

En la foto, tres de las primeras maestras de la escuela rural del Arroyo de los Mudos. De izquierda a derecha: Nelsy Fernández Martínez, Olga Martínez Hernández y Eneida Pérez Valdés.

Este es un grupo de educadores del Arroyo de Los Mudos, algunos participantes en la campaña de alfabetización y otros jubilados que se mantienen impartiendo clases.

El arroyomudense, Máster Pedro Triana Alonso, Director de la Filial de Ciencias Médicas Lidia Doce, del vecino municipio de Sagua la Grande, conversa con Olga Martínez Hernández, una de sus primeras maestras.

Como parte de la actividad cultural se presentaron, entre otros, el grupo Tiempo Nuevo, de Quemado de Güines, el solista Ricardo Jova, de Sagua la Grande y el Maestro Conrado Morales Echenique, con su piano.


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