Otra vez un fenómeno meteorológico nos moviliza, ahora el huracán Paloma. Estoy en el municipio de Sagua la Grande, donde laboro.Veo por las calles a personas mayores, jóvenes y niños que se mueven inquietos, hablan del tema, llaman a la emisora local, Radio Sagua que transmite las 24 horas.
Los periodistas de este centro buscan información por doquier, visualizan los sitios de INTERNET, están atentos, como todo el pueblo, a las noticias del Instituto Nacional de Meteorología. Los dirigentes del territorio citan a reuniones, indican acciones concretas a realizar.
Se preparan varios centros con condiciones para posibles evacuados de las zonas bajas y costeras, como Isabela de Sagua y Uvero, las dos playas del municipio donde sus habitantes están acostumbrados a trasladarse hacia lugares seguros, cuestión que les ha dado buen resultado porque así no han lamentado la pérdida de lo más preciado, la vida del ser humano.
Las últimas noticias al menos para nosotros, son alentadoras, se nos aleja Paloma, aunque seguimos preocupados por las provincias de Ciego de Avila, Camagüey y otras por donde debe cruzar el mal llamado Paloma (por ser un símbolo de paz).
Los servicios gastronómicos aquí se han reforzado, al igual que los suministros agropecuarios, aún cuando los efectos de Ike, el huracán de hace dos meses, todavía se sienten en los campos, en la mesa ... el expendio de los productos en las unidades del Comercio se hace durante todo el día, Salud orienta aspectos precisos relacionados sobre todo, con el consumo del agua ...
Los rostros van cambiando, la preocupación por Paloma ya no es tanta pues se aleja de Sagua la Grande, las sonrisas, expresiones y acciones de la Gente del Pueblo denotan más alegría, aunque siempre pidiendo que Paloma "vuele" más por los mares del sur de Cuba.
Atentos esperamos, con la idea de llegar al 30 de noviembre, fin de la temporada ciclónica, con más tranquilidad.
El tiempo pasa ... Paloma avanza ... esperamos atentos ... esperamos.
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